El Buda histórico -Shakyamuni, Sidarta Gautama- nació aproximadamente en el año 570 a.C. en el norte de India. El Buda gozaba de circunstancias únicas para transmitir sus enseñanzas. Nacido en una cultura altamente desarrollada, estaba rodeado de personas ricamente dotadas. Después de haber alcanzado la iluminación, él compartió sus métodos para descubrir la mente por un total de cuarenta y cinco años.
Es por esta razón que sus enseñanzas, llamadas Dharma, son tan vastas. El Kanjur, las palabras de Buda, consiste de 108 volúmenes y contiene 84,000 enseñanzas. Después surgen comentarios sobre éstas, el Tenjur, un total de 254 libros igual de gruesos. Esto hace que la evaluación de Buda al final de su vida, fuera comprendida:
"Puedo morir tranquilo. No he mantenido una sola enseñanza en mi puño cerrado. Todo lo que os puede beneficiar os los he dado". Sus últimas afirmaciones ponen al Budismo lejos de ser considerado una religión: "Ahora, no creais mis palabras porque un Buda las ha dicho, examinadlas atentamente. Sed una luz para vosotros mismos".
Estas declaraciones muestran la aproximación práctica del Budismo hacia lo que consideramos como la vida real. Cuando las personas preguntaban al Buda porqué y cómo había enseñado, el respondía:
"Yo enseño porque vosotros y todos los seres sintientes buscan la felicidad y tratan de evitar el sufrimiento. Yo enseño las cosas como son."
Así que, ¿qué es el Budismo? El Buda lo describía de la mejor manera. Durante los 1.500 años en que las enseñanzas existieron en India, se les llamaba Dharma, y por los últimos 1.000 años en el Tibet, se las conocía como Chö. Ambos nombres significan "las cosas como son." Entender "las cosas como son" es la llave hacia la total felicidad. El Buda por sí mismo es un maestro, un ejemplo, un protector y un amigo. El ayuda, permitiendo que los seres sintientes eviten el sufrimiento y entren en un estado de constante y creciente gozo, mientras que también ayudan a otros a liberarse y a alcanzar la iluminación.
¿Qué es el Camino del Diamante?
Mientras que existen varios centros de los diferentes linajes en occidente, esta página pertenece a uno de los más de 500 Centros Budistas laicos del Linaje Karma Kagyu, iniciados por Lama Ole Nydahl. Están bajo la guía espiritual del Decimoséptimo Karmapa Thaye Dorje, quien reside ahora en Nueva Delhi, India. Estos grupos tienen una estructura democrática y funcionan con el trabajo voluntario, no pagado, teniendo como base el idealismo y la amistad. Los miembros comparten la responsabilidad de guiar las meditaciones, contestar preguntas y dar enseñanzas. Lama Ole ha entrenado a varios estudiantes que ahora viajan y dan enseñanzas en varios países.
La escuela Karma Kagyu ofrece enseñanzas prácticas aplicables en la vida cotidiana. Da una variedad de métodos a las personas laicas y yoguis para desarrollar la claridad y riqueza inherente de la mente a través de la meditación y en las actividades de la vida cotidiana. El techo del autoliberador Mahamudra está soportado por tres pilares que son: el verificar las enseñanzas no dogmáticas, la meditación y el solidificar los niveles de conciencia que se han alcanzado, como resultado de los dos anteriores.
El Camino del Diamante abre los métodos más eficaces del Buda al mundo moderno. Ayuda a descubrir y desarrollar nuestra propia riqueza interior para el beneficio de todos los seres sintientes y de nosotros mismos.
¿Qué es la Meditación?
Meditación significa: “permanecer sin esfuerzo en el presente”. Este proceso puede lograrse calmando y sosteniendo a la mente. A su vez debe entenderse de manera directa y profunda la sabiduría y la compasión por medio del trabajo con los canales energéticos del cuerpo o meditando en formas de energía y luz. Sin embargo la forma mas directa de reconocer la verdadera naturaleza de la mente es el “Guru Yoga” o meditación en el Lama.
Tal y como se practica en los centros Karma Kagyu alrededor del mundo, esta forma es también llamada “ el camino de la identificación ” y es la esencia de la transmisión Kagyu, es una práctica a través de la cual los estudiantes conocen la totalidad de su potencial en la corriente de bendiciones del maestro.
Por medio de una identificación total en un nivel de perfección se aprietan un sin número de “botones de la iluminación” en el inconsciente, por lo que es un camino muy rápido para conocer nuestra mente. Aquí la naturaleza de las cosas, mutuamente condicionada y de origen dependiente, es la condición anterior al conocimiento supremo en donde el observador, el acto de observar y el objeto son partes inseparables de una misma totalidad.
Cuando ya somos capaces de mantener esta visión durante la meditación y durante la vida diaria entre cada prácica de meditación se llega a la meta del Camino del Diamante, la realización del Mahamudra, en donde todos los conceptos se desvanecen en el momento en que emergen y en donde la auto liberación de todos los procesos dualistas se vuelven naturales. Traducido como El Gran Sello, el Mahamudra testifica al espacio claro e ilimitado de la mente como única realidad.
Síguenos